Esta línea de investigación abarca temas de naturalezas diversas, abordando desde nuevas tecnologías, pasando por dimensiones económicas y ambientales, cambio climático y cuestiones de carácter social. Estas implican en una oferta de transportes equitativa espacialmente y que atienda a todos los usuarios de forma universal (independientemente del ingreso, la clase social y habilidad física, como en los casos de ancianos, mujeres embarazadas y usuarios de silla de ruedas), proveer servicios con el mismo nivel de seguridad, comodidad, puntualidad y demás características comunes de un sistema de transporte de calidad. Esta línea de investigación se caracteriza, por tanto, por hacer disponibles infraestructuras y servicios de transportes cuyas condiciones de acceso fomenten decisiones y el uso de modalidades sostenibles, como las activas y las de transporte público, que se muestran más seguras, inclusivas, socialmente amigables, con bajo impacto ambiental y menores costos económicos, teniendo como base energías más limpias.

Así, tres ejes de investigación pueden ser destacados. El primero aborda el planeamiento, la concepción y la implementación de sistemas integrados de transportes, que proporcionan la articulación entre las diferentes modalidades y sus respectivas infraestructuras y servicios de transporte de personas y de cargamentos, aprovechando las potencialidades de cada una de ellas. Tal propósito tiene como foco la integración física, operacional, tarifaria e institucional y se aplica no solamente en zonas urbanas, sino también a lo que se refiere a el transporte intermunicipal (también denominado transporte de interior o rural), allá de extenderse a escalas regionales y mismo nacionales e internacionales. 

El segundo eje de investigación trata de la planificación, de la reglamentación y operación de infraestructura viaria con el propósito de contemplar no solamente el tráfico motorizado, en especial el automóvil y su fluidez, más también los múltiplos usuarios de este espacio público, en conformidad con el concepto de “vías completas” (complete streets). Tal concepto prioriza la utilización de este espacio, que es escaso, por las modalidades colectivas y activas, allá de proteger los usuarios más frágiles (como los peatones y los ciclistas), proporcionando un tráfico más seguro y comprometido con el derecho a la vida de los ciudadanos. 

Por fin, el tercer eje de investigación aborda los avances tecnológicos en dos principales frentes. La primera es con base en las tecnologías de información y comunicación fundamentales para (a) mejorar las prácticas de planificación y gestión realizadas por la administración pública y por entidades responsables por la operación de los transportes y tráfico, inclusive por las políticas tarifarias y de integración modal y b) ofrecer informaciones para que los usuarios programen sus viajes y elijan las modalidades más convenientes y sostenibles. 

El segundo frente, tiene fuerte motivación ambiental, llevando en consideración la transición que involucra la disminución del uso de combustibles fósiles, la utilización progresivamente creciente y notable de energías renovables, como el hidrógeno, y de la electrificación del transporte. Esto requiere cambios marcantes en el sector de transportes con respecto a la utilización de nuevas tecnologías de motorización e infraestructura apropiada. Complementariamente, estos cambios también sugieren la introducción de nuevas formas de conducción, así como el transporte autónomo, con aplicación posible en múltiples modalidades de transporte, incluyendo transportes personales, colectivos, de cargamento, terrestre, marítimo y aéreo. Uno de los vectores para el avance tecnológico con foco en la sostenibilidad es la necesidad de buscar una trayectoria de desarrollo de bajo carbono por cuenta de los riesgos del calentamiento global. En el mundo, el sector que más contribuye con las emisiones de carbono es el de energía y, en este, los sectores de transporte y el industrial son los de mayor relevancia.